sábado, 18 de noviembre de 2006

Cinco traducciones de Aimee Mann


Las canciones de Aimee Mann siempre me han gustado por sus letras. Son tristes, deprimentes y llenas de amor disfuncional, lo sé, pero me conmueven. Supongo que Aimee y yo debemos estar igualmente cagados de la cabeza. Aquí dejo traducciones de cinco canciones que son las que seleccionaría de sus álbumes, si quisiera que alguien las escuchara junto a mí. "Video" es de "The Forgotten Arm" (2005), "It's not" de "Lost in Space" (2002), "You do" de "Bachelor #2" (1999), "Save me" de la película "Magnolia" y "Amateur" de "I'm with Stupid" (1995). Si bien son casi traducciones literales, presento las letras en formato de poema, con una secuencia que coloca el estribillo sólo una vez. A ver si hago luego lo mismo con "The Divine Comedy".

Video

Dime, cariño,
por qué me siento tan mal.
La tele está aburrida
y nada me entretiene.
Me quedo triste
y atascado en un cono de silencio.
Como un gran globo
sin lastre,
rotulado como una botella
para Alicia:
bébeme,
o me hundiré en un mar
de gigantes.

Y dime:
Cariño, te amo.
Los recuerdos de ti
no tienen final.
Es como la reproducción
de un video de ti.
Son cintas continuas de siete horas de besos,
editadas justo cuando la pareja se acerca,
de vuelta a la escena
en que el actor dice:
Dime, cariño,
¿por qué me siento tan mal?

Dime, cariño,
¿por qué me siento tan mal?
Las peleas me dejan
lleno de dinero,
pero no mantienen la promesa
de los lapsus de memoria.
Como un edificio
que va a ser dinamitado,
yo soy la prueba
de que nada perdura...
Mientras colapsa
en la cuenta regresiva.

Y, cariño, te amo,
pero, cariño,
me siento muy mal.

Lo haces

Pasas la noche en su casa
sin aventón
para ir al trabajo,
y yo soy el que te digo
que él es otro cabrón.
Pero tú eres la que puede triunfar,
sólo tienes que
comprobar tu miseria --
y lo haces,
realmente lo haces.

El sexo que transas,
esperando amor,
es sólo otra cosa
que a él no le importa.
Pero a pesar de las innumerables advertencias,
sólo tienes que amarlo más --
y lo haces,
realmente lo haces,
aún cuando todo está tan claro.

Escribes una pequeña nota
que dejas en la cama,
y pasas un rato disectando
cada palabra que dijo.
Y si él parecía un poco extraño,
bueño, cariño, cualquiera puede cambiar,
y lo haces,
lo haces,
realmente lo haces.

Sálvame

Pareces
el tipo perfecto
para una chica que necesita
un torniquete.
Pero, ¿puedes salvarme?
Ven y sálvame.
Si pudieras salvarme
de las tropas
de monstruos
que sospechan
que nunca podrán amar a alguien.

Porque puedo contarlo.
Tú sabes cómo es
la larga despedida
de una huelga de hambre.

Me dejaste sin palabra.
Como Radio,
como Peter Pan
o Superman,
vendrás a salvarme.
¿Por qué no me salvas?
Ven y sálvame
de las tropas
de freaks
que sospechan
que nunca podrán amar a alguien.

Amateur

Me dicen que el caso ya está cerrado,
de modo que puedo volver a ser sensata,
pero cuando la pregunta es hecha
tendré esta débil defensa:

Esperaba que tú supieras más que esto.
Lo esparaba, pero eres un amateur.
Esperaba que supieras más,
pero ya me he equivocado antes.

A pesar de las conclusiones que saqué,
existió la posibilidad que me sorprendieras
y que fueras mejor de lo que eres,
porque de otro modo me hubiera ido.

De modo que no estaba pensando con claridad.
De modo que tú no pensabas en absoluto.
Creía que era un protocolo.

No es así

Aquí estoy, sentada en mi auto,
en el mismo viejo semáforo.
Sigo esperando un cambio,
pero no sé cuál.
La luz roja cambia a verde
y luego a amarilla,
pero estoy paralizada aquí
en el mismo viejo lugar.
Y todo lo que tengo que hacer
es pisar el pedal,
pero no es así.

La gente es tramposa,
no puedes arriesgarte a mostrar
algo peligroso, algo que no sepan.
Al momento que lo intentas,
bueno, despídete.

Así es que, cariño,
bésame como una droga,
como un respirador mecánico
y déjame caer en el sueño
del astronauta,
donde me pierdo en el espacio
y es así para siempre.
Tú haces que todo lo demás
sea sólo un pensamiento tardío
y creo que eres tú
quien puede hacerlo mejor,
a pesar que no es así,
no, no es así.

Oraciones varias


No debo negar que, desde que recibí la noticia que mi cuento quedó finalista del Concurso de la Revista Paula, me siento más seguro para escribir. Por eso, ha salido tanto en tan poco tiempo. Estas son oraciones de distinto tipo, dedicadas a la diosa, al amante imaginario, a Sylvia Plath y a Antinoo. Los dos últimos aparecieron de la revisión de mis carpetas de recortes de la universidad. Ando desenterrando las cosas que me daban compañía en esos años y que había dejado al olvido. Ahora, a leer (o rezar, no lo sé).

Per santam resurrectionem tuam

La sangre santa
es el calor que besa desde la piel.
La sangre santa
es el semen que comparten los esposos
en silencio,
cargados de Espíritu Santo.
Cristo no tiene las manos llagadas.
Sus caricias son de sangre
que no mancha.
Aquí sólo se derraman los aceites
olorosos
como los vellos oscuros de los hombres.
Aquí no hay sufrimiento.
Aquí las resurrecciones las trae Apolo
todas las mañanas
cuando siento que tus caderas
son mi compañía.

La sangre santa nunca abandone tus cuerpo.
Amén.

Angelus

El semen se derrama en la piel
con alegría.
El semen se recibe en la boca
y se sella con un beso.
El semen no debe caer en la tierra.
El semen es piedad para el amante
indefenso.
El semen entra en las entrañas
como el alma raptada
y su olor debe impregnar los Paraísos
y endulzar los lechos
solitarios.
Porque, quién sino yo soy el hombre
que duerme empapado
por la simiente
que los ángeles adoran en silencio.
Amén.

Antinoo

Tu señor te amaba.
Tu padre te amaba.
Por él besaste el lodo
hasta inundar tus pulmones
como las crecidas
como los dedos del Nilo.
Por eso te adoramos, Antinoo.
Por eso miramos tus rizos dorados
y ardemos como tu señor
y como tu padre.
Por eso te vestimos como mensajero,
o Baco
o Apolo
porque te amamos siempre triste.
Y por eso te cubrimos como pastor pobre
que recoje la última oveja
y comparte el pan con hombres salvajes.
Es que
hemos sido poco sinceros
al besar tus pies, Antinoo.
Porque resucitas
y luego caminas cerca de Emaús
y te desnudas
y me invitas al baño romano.
Has sido poco sincero, Jesús,
que mueres y resucitas
como el niño de Adriano
por siempre venerado