viernes, 20 de abril de 2007

Domingo de Resurrección

dedicado a M.M.

En mi cuarto oscuro,
tu rostro brilla como brasas,
y tu calor es suave y tierno
y me hace dormir con calma.
Apareces en esta noche,
prefigurando el amanecer de este domingo.
Yo sí te reconozco.
Yo sé que has venido para darme vida.
Esta vida que es alegría
y que es un niño que duerme junto a su madre.
Tus manos son brasas que no queman
y mis sábanas son el lino
en que nos retratamos como amantes.
Yo quisiera mantenerme despierto,
pero es mi tiempo de reposo,
porque mañana calentaré el pan y la leche
para que me sonrías y me beses en la frente.
En mi cuarto oscuro tu rostro brilla como brasas,
y mi calor nos abriga,
en este domingo,
que amanece en mi frente.

viernes, 6 de abril de 2007

Viernes Santo

dedicado a M.M.

No te engañes, cuando estamos desnudos,
somos niños.
Somos los que eligen la cadera infértil,
en ella derramamos el angelus,
en ella somos hombres cegados por la luna,
en ella reclamamos el beso del hermano.
No te engañes, cuando estamos desnudos,
somos niños.
Queda que me des la mano bajo los olivos,
queda que en este jardín estemos en silencio,
porque hay lugar para los amantes,
silencioso como apóstoles y árboles añosos.
No te engañes, cuando estamos desnudos,
somos niños.
Cuando nos besamos, nos traicionamos,
porque el dolor de orfanato nos enfurece,
y a pesar de la miseria, la diosa nos sonríe,
y pregunta nuestros nombres
y descubre nuestros rostros.
No te engañes, cuando estamos desnudos,
somos niños.

Jueves Santo

dedicado a M.M.

pongo tu pie en mi boca
mojo los dedos con el labio
los cuento con la lengua
acaricio la suave planta con mi cara
porque soy humilde como los seguidores de Cristo
y lavo tu pie
con la saliva que moja el coito
con la saliva que moja el muslo erecto
con la saliva que diluye el semen entre las piernas
yo soy humilde como los obispos en jueves
yo seco tu pie contra mi torso
contra mi ombligo
lo consuelo contra mi perineo
en esta misa en que me miras sorprendido
yo succiono tu pie
lo lleno del agua que compartimos en los besos
y lo dejo limpio
porque yo soy tu señor
porque yo soy la fuente de todo placer

domingo, 1 de abril de 2007

Domingo de Ramos

dedicado a M.M.

Duerme, Mario, abandónate en mi cama.
Toma el aire como los niños cansados
porque ya no estás desnudo ni vestido,
estás a la orilla de un río que cruza el Edén,
y tus brazos y tus piernas son animales dormidos.

Duerme, Mario, que yo velo tu sueño con alas furiosas,
que este jardín está cerrado,
que este jardín está cercado con árboles que crecen de mi corazón,
que más allá del jardín están los perros que ladran con sangre a la luna,
los perros que fuimos en el destierro,
cuando soñábamos con tener manos y rostro.

Duerme, Mario, que sólo a mí los arcángeles me atraviesan con espadas.
Yo estoy aquí para recibirte con palmas.
Yo soy la multitud que agita palmas como ángeles.
Yo te recibo siempre en mi casa,
cuando abres los grandes ojos de niño de David.

[nombre sueño ira]

dedicado a M.M.

Quiero que aparezcas en mi puerta
y que limpies el polvo de tus pies.
Quiero que tengas los brazos llenos
de fruta, de flores y de agua.
Quiero que tu frente
se expanda e ilumine mi casa.
Quiero esos tres regalos para mí:
quiero tu nombre, tu sueño, tu ira.