Tus clavos están en relicarios
de cristal y oro.
Tus espinas son joyas de la Iglesia.
Las astillas de tu cruz, la luz de los peregrinos.
Hay tregua en Jerusalén
para recorrer la Via Dolorosa.
¿Lo habrías hecho por esto?
¿Lo habrías hecho por el Vaticano?
¿Por las lágrimas de María
con el corazón de plata atravesado
por espadas?
Porque las putas siguen perdidas,
los ciegos aún gimen en la calle,
las viudas siguen con hambre,
los niños aún son carne de esclavo,
las adúlteras siguen con piedras en la boca.
¿Lo hiciste por esto?
Porque los maricones somos los nuevos leprosos,
las multinacionales, los nuevos cobradores de impuestos,
la Iglesia, la nueva Jerusalén corrupta y sacerdotal,
¿Para esto fue el dolor y la sed?
Fue en vano, Jesús.
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