Compositores de todas las épocas han creado música para la misa católica. Estas obras tienen cinco piezas: kirye, gloria, credo, sanctus y agnus dei. ¿Cómo hubieran sido escritas esas oraciones sin el genocidio gnóstico? ¿Cómo hubiera cantado la misa a Mariamne? ¿Por qué pienso en eso estas noches? La razón es una sola: el final del gloria de la misa en sí menor de Bach: cum sancto spíritu in gloria dei patris amen.
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