ese es el silencio:
fricción de mar sobre arena,
ese es el silencio con que te acercas,
ominoso,
marejada de verano, desnudo,
y yo pienso:
te presentas como el torturador,
y el chorro no se detiene,
me ahogas,
no entra aire por mi boca, agua,
beso, penetración,
siento que te desarmas y sigues sólido,
porque la ola no se detiene
y me moja
y me deja joven y duro---
entonces, retrocedes
y me quedo con los pies mojados en la orilla,
tengo el muslo erecto
y no sé si fuiste roca o mar
o golpe o retroceso,
no sé,
porque ya estás frente a mí,
rugiendo por tu boca con la playa entera
y dices:
¿esta es tu casa?
sí, te respondo,
el mar no tiene límites,
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