martes, 29 de marzo de 2011

adsum, domine

Aquí estoy, mi señor,
frente al espejo que refleja
un demonio con mis ojos,
me pregunto, ¿a quién observo?,
quién es el hombre que me mira
con tal furia.

Aquí estoy, mi señor,
en mi cama intranquilo,
mis costillas son prisioneras de manos
que me hunden en petróleo,
me pregunto, ¿quién visita mi sueño?,
quién es el hombre que recrea esta muerte
de utilería.

Aquí estoy, mi señor,
invitando las mareas a mi casa,
quemando álamo para ocultarme,
para que huyan los niños deformes
que saltan por las paredes,
me pregunto, ¿quién envía estas bestias?,
quién es el hombre que me envía hijos
alimentados de sangre.

1 comentario:

Diego A. Tejada Gamboa dijo...

esto me huele a oscuro, saludos