domingo, 10 de agosto de 2008

Deja que mi corazón

Que mi corazón se eleve
como la luna en una noche fría.
Que mi corazón se extienda
como el paisaje del pescador hambriento.
Que mi corazón se desprenda
como la canción de la madre temerosa.
Que mi corazón se alze
y llene de luz el cuarto de los niños.
Que mi corazón me abandone
como yo me abandono en Cristo.
Que mi corazón vaya hacia ti,
y no te despierte,
y no te llame,
y no me delate,
porque frío, hambre, miedo, infancia, es mi corazón.

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