viernes, 19 de junio de 2009

OMNIA

Si yo pudiera hablar
como los ángeles hablan
y mi lengua fuera una espada
y mis palabras, truenos en la noche,
pero si no te tuviera,
nada sería.
Si yo albergara toda la ciencia,
si yo pudiera dividir, como al mar,
entre lo bueno y lo malo, lo presente y lo futuro,
entre el dios padre y la diosa madre,
y si no te tuviera,
de nada me aprovecharía.
Si entregara mi ropa,
y si abriera mi casa a la viuda y al pobre,
si me entregara a las llamas
y si mi fe hiciera temblar ciudades enteras,
pero si no te tuviera,
estaría perdido.

PONGÁMONOS DE PIE:
Porque tu voz es la voz de los ángeles,
tus manos son las manos del buen hombre,
tus besos son los besos del creyente.
Y, así, a tu lado,
yo soy, yo aprovecho, yo encuentro.
Y cuando hablo, mi voz no golpea el bronce
ni hace sonar platillos,
mi voz llega directa
como la voz de todos los hombres
y de todas las mujeres.

OREMOS:
Entonces, nos miraremos cara a cara,
como en un espejo,
y así como me conoces
yo te conoceré a ti,
porque pasarán las profecías, la ciencia
y todos los hermosos lenguajes,
pero nosotros perduraremos
como niños
dedicados a cosas de niños.

lunes, 1 de junio de 2009

Viajo ligero

Tengo que desocupar esta casa.
La casa habitada por el cobarde.
Tengo que dejarla vacía.
Tengo que abandonar al cobarde.
Tengo que llevar mi casa conmigo adentro.

Tengo que desocupar esta casa.
La casa del niño fantasma.
Dejar los juguetes quemados.
Abrir la puerta
y llevarme al niño dormido
a mi casa de juegos alegres.

Tengo que desocupar esta casa.
Cerrar la casa de putas.
Abandonar la puta terror, la puta dolor.
Ya no me alimento de hombres vacíos.
En mi casa ya no hay terror, no hay dolor.

Tengo que desocupar esta casa.
Tengo que viajar ligero,
porque es largo el camino
a la ciudad en las alturas.
Viajo ligero,
porque no llevo cargas
al amante dulce en las alturas.